¿Cuántas veces has oído lo de “Naranjas de la China”?, pues bien, las naranjas de la China, existen y son más conocidas por el nombre de Kumquat. Son un cítrico pequeño, de piel lisa y fina, y comestible, y son auténtico tesoro nutritivo. El Kumquat, es originario de China, se consume entero y su piel es comestible, un pelín dulzona, en cambio, el interior es más amargo con un punto ácido.
De hecho, existen determinadas variedades de las que solo se consume la piel. En la península ibérica, se recolecta durante los meses de enero y febrero a medida que cambia de color verde a naranja. Y el responsable de introducir esta fruta en Europa fue el botánico inglés Robert Fortune a mediados del siglo XIX y la llamó Fortunella Margarita.
El Kumquat resulta un cítrico perfecto para la elaboración de mermeladas y confituras, y se pueden preparar deliciosas salsas para carnes similares al chutney. En Asia, también se realizan encurtidos de kumquat en vinagre, y en Hong Kong hay un postre típico de kumquat en almíbar. Se puede conservar a temperatura ambiente unos 4 días y un par de semanas en la nevera.
Como pertenece a la familia de los cítricos, es rico en Vitamina C, potasio y ácido fólico. Posee gran cantidad de fibra. Tienen propiedades antioxidantes gracias a los carotenoides (ácido oxálico, tartárico, málico y cítrico). En menor medida contiene minerales y oligoelementos como magnesio o calcio, por todo ello la OMS recomienda su consumo.
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