Hay gran cantidad de variedades de hortensias y cada una tiene colores característicos. Existen de flor rosa, roja, morada, azul y blancas y todas necesitan mucha humedad. Es un espectáculo natural de color y belleza que hace que sea irresistible contar con ella en un jardín o, incluso, en una maceta.
Si tenemos una hortensia en maceta, el momento ideal para trasplantar directamente al suelo será siempre la primavera y el comienzo del verano. De esta manera, evitaremos que las heladas del final del otoño y el comienzo del invierno puedan estropearla ya que, para cuando lleguen las estaciones frías, ya estará arraigada.
Ten en cuenta que la hortensia es un arbusto que quiere la sombra y la semisombra para vivir pero siempre con luz. Tengamos en cuenta que por sus características, el pleno sol no es una buena idea porque puede quemar sus hojas (se pondrían amarillas) y evitar su preciosa floración. Además, es importante que para verla crecer en condiciones la plantemos en un suelo ácido.
Por último, la maceta borrada es elaboración propia de nuestro vivero.
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